- Aplicaciones en la electrónica:
Las
propiedades del grafeno son ideales para utilizarlo como componente de
circuitos integrados. Está dotado de alta movilidad de portadores, así
como de bajo nivel de «ruido». Ello permite que se le utilice como canal
en transistores de efecto de campo (FET). La dificultad de utilizar
grafeno estriba en la producción del mismo material en el sustrato
adecuado. Investigadores están indagando métodos tales como
transferencia de hojas de grafeno desde grafito (exfoliación) o
crecimiento epitaxial (como la grafitización térmica de la superficie
del carburo de silicio.
Se
ha demostrado que con electrodos de grafeno se consiguen baterías diez
veces más duraderas. Una de las desventajas de los actuales móviles
inteligentes o smartphones es la poca duración de su batería, ya que si
el móvil es usado frecuentemente no suele superar muchos más de 24
horas. El grafeno podría ser la solución a este problema ya que los
prototipos de baterías fabricadas con electrodos de grafeno son 10 veces
más duraderas que las baterías de ion-litio que usan la mayoría de los
móviles actuales, además el proceso de carga sería inferior al de éstas
(aproximadamente media hora frente a una hora y media aproximada de las
de ion-litio). Aún así no se esperan baterías basadas en grafeno hasta
dentro de 5 años.
Para
que podamos hacernos una idea de la dureza del grafeno, Jaffrey Kysar y
James Hone, propusieron una curiosa analogía. Comparó las pruebas
realizadas por su equipo con poner una cubierta de plástico sobre una
taza de café y medir la fuerza que requeriría pinchar esa cubierta con
un lapicero. Pues bien, según explicó Hone, si en lugar de plástico lo
que se pusiera sobre la taza de café fuera una lámina de grafeno,
después situáramos encima un lápiz, y en lo alto de éste colocáramos un
automóvil que se sostuviera en equilibrio sobre él, la lámina de grafeno
ni se inmutaría. Se puede decir, sin duda, que el grafeno es el
material más duro del mundo
El
Pentágono ha asignado tres millones de dólares a la Universidad de
Princeton para que desarrolle diminutas hojas de grafeno que, añadidas
al combustible empleado en los motores de los aviones supersónicos,
consigan una optimización en su funcionamiento y una reducción en el
consumo y la contaminación ambiental. Según los científicos, este
desarrollo puede alumbrar el nacimiento de una nueva era
en los motores de combustión de las aeronaves. Los aditivos de
combustible fabricados con partículas minúsculas de grafeno podrían
lograr que los aviones supersónicos vuelen aún más rápido y que sus
motores lleguen a contar con mejores condiciones de eficiencia y
protección de la sostenibilidad ambiental.
Los
investigadores ven una amplia variedad de aplicaciones para el papel de
óxido de grafeno, incluyendo su uso en membranas con permeabilidad
controlada, y para las baterías o ultracondensadores destinados a usos
en el ámbito energético. Estos dispositivos de almacenamiento de energía
podrían ayudar al almacenar brotes repentinos de energía, por tanto,
supondría una ayuda para aprovechar el irregular suministro por parte de
las fuentes “verdes”.Esto revolucionará el concepto de energía
renovable y la elevará a unas cotas de eficiencia nunca vistas.
Mike
McAlpine, ingeniero investigador de la universidad de Priceton ha
desarrollado sensores basados en el Grafeno que se “tatuarían” en los
dientes para la detección de enfermedades, las bacterias se pegarían a
la superficies de los sensores a modo de velcro. Estos sensores irían
sobre una fina capa de seda que se adhiere al diente mediante la saliva,
quedaría fuertemente pegado al diente, y adherido a la superficie
mediante fuerzas de Wan der Waals.
En
un estudio de la universidad de California publicado en la revista
“Science” se señala que el grafeno puede ayudar al estudio de los
líquidos. Al intentar estudiar un determinado líquido en la misma
resolución que un sólido, antes de observarlo con un microscopio hay que
encapsularlo entre dos “pantallas”, estas suelen ser silicio, pero el
problema radica en que las pantallas hechas con este material son
demasiado gruesas para obtener una resolución óptima. Pues el
sustitutivo de estas “pantallas” de silicio pueden ser láminas de
grafeno, que debido a se presenta en capas de extrema delgadez, es
prácticamente transparente y los líquidos se podrían ver a través de los
TEM (microscopios electrónicos de transmisión) con una alta resolución.
Como
vemos, la promesa de una nueva era basada en el carbono (y no en el
silicio) se acerca a marchas forzadas. En un plazo medio, nos podemos
ver inundados de dispositivos, mecanismos y tecnologías basadas en el
grafeno, con unos rendimientos varios órdenes de magnitud por encima de
lo que estamos acostumbrados ahora.
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